junio 09, 2009

Érase una vez el mIRC.

Por allá de los años 90’s pegándole a los 00’s (¿como se le llama a estos años?) cuando yo era aún mas flaco y usaba cantidades industriales de gel, en mi circulo se ponía de moda ese asunto del chateo… nosotros usábamos uno llamado mIRC.



Si… bien triste. Había solo 3 personitas con laptops que eran super populares y así. Además de que todo mundo los identificaba por que vivían en sus laps. Nosotros, los pobres mortales, usábamos unas compus IBM y Compaq como con 2 megas de memoria con Windows 95. Eran tan chafas que era difícil no quererlas azotar contra la pared.

Pero bueno, el asunto es el chateo. En esos años era yo bien grotesco y de mal gusto y me hacía llamar "cachondotototote".

Lo acepto, tenía 15 y las hormonas hacían bien mal su trabajo, aparentemente al grado que puteaban a las neuronas ya que; ¿a quien en su sano juicio se le iba a ocurrir que poniéndose tremendo nickname iba a atraer a todas las ciber-perritas del mundo? Recuerdo que mi peculiar sobrenombre no me favoreció mucho, solo logré establecer una ciber “relación” con una monita que se hacía llamar mariposa…ok, se lo que están pensando. Mariposa era posiblemente un tipo de 150kg, que se sabroseaba morritos mientras veía pelis porno vintage.

Pero no todo era virtualidad en este asunto, ¡oh Dios claro que no!, una muy buena amiga mía tenía su novio allí, se llamaba Nitro... Y un día, que Nitro le dice.
Pues ándale que voy pa' tu pueblo
Pues ándale que mándame una foto
Pues ándale que Nitro era horrible
Pues ándale que mi amiga se escondía entre los matorrales.

Recuerdo el ciber miedo que le dio a mi amiguita. Y la ciber excitación que generó dicho evento porque, nunca nadie había tenido una visita de un ciber NADA, ni amigos, ni novias, ni mascotas, NADA.

El monito vivía en Torreón, y estaba tan pero tan enamorado que recorrió millas náuticas hasta mi pueblo para ver a su novia que – según el – lo recibiría con brazos abiertos y ojos llorosos.

Yo caminaba por el pasillo del campus y sukule que veo a la mole aquella. Hice cara de “me cago en la madre” y me seguí. Yo también platicaba con Nitro por que era bien popular en eso del chateo, pero de eso a saludarlo en vivo después de tanta conmoción se volvió algo inaceptable.

No recuerdo lo detalles, pero lo que sí se es que Nitro regresó cual si nada a la comarca en menos de 24 horas.

Bien padre… después de esto todos perdimos la fe en los chats y en menos de 1 año ya nadie lo usaba. Hoy no uso gel y mi amiga lleva como 5 novios presenciales.

1 comentario:

Nena dijo...

Uy, si yo te contara quién era mi ciberamiguito/date del icq, te mueres de la risa, porque obvio lo conoces. Ay, que diversión eso de la cibervida...