desecar mi cuerpo en nitrógeno líquido, pulverizarlo con vibraciones de alta frecuencia, y sellar al polvo resultante en un ataúd biodegradable elaborado con harina de maíz.
no mas de 6 a 12 meses bajo tierra. Suficiente para un ser inestable como yo.
junio 05, 2008
Cuando muera quiero...
a la/s 2:02 p.m.
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2 comentarios:
Bastante ingenioso tu razonamiento.
Yo estaba pensando ser enterado en una esquina,por aquello de la plusvalia del terreno.
saludos!
excelente...
me pregunto si las esquinas en los cementerios estan tambien sobrevaluadas.
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