Allí yacía yo, sentado en mi espacio de oficina mientras se acercaba a mi una compañera y platicábamos de lo difícil de creer que la piel de los zapatos fue alguna vez parte de un ser vivo (además de lo irónico que parece el cuidarla de la “intemperie” como si las vacas nacieran embotelladas).
Colapsé de risa cuando al acercarse me dio un toque de dimensiones bíblicas. Mientras literalmente me encontraba yo en shock (un electro-shock) ella gritó: CLEAR.
O por Dios como reí… sigo riendo, mas aun cuando explicó que siempre da toques y lo que es mas; se describe a ella misma como un defibrilador humano.
Gracias Marianita.
marzo 28, 2008
Colapso de oficina
a la/s 2:48 p.m.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario